Cambio Climático castigará más fuerte a países en vías de desarrollo

sexta-feira, 27 abril 2012 12:15



El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, entregó su segundo informe especial en el cual advierte los posibles riesgos que los países en vías de desarrollo experimentarán debido a eventos climáticos extremos.

Rajendra Pachauri, director del IPCC, presentó en Uganda el resultado del trabajo del panel, que sostiene qué, entre 1970 y 2008, un 95% de los desastres naturales han ocurrido en países en vías de desarrollo; cifra que se estima aumentará durante este siglo.

Catalogado como “extremadamente relevante”, el informe señala las políticas a seguir para afrontar las consecuencias del cambio climático, en especial en los países en vías de desarrollo, sustancialmente vulnerables a eventos como sequías, inundaciones y olas de calor.

Nick Nutall, portavoz del IPCC, indicó que “no son necesarios eventos extremos” para causar serios problemas a países en vías de desarrollo, y citó como ejemplo la epidemia de cólera que azotó a Zimbabue el año 2008, luego del inicio de la temporada de lluvias e inundaciones.

El académico de la Universidad de Berna y copresidente del Grupo de Trabajo 1 del IPCC, Thomas Stocker, advirtió que “es probable que la frecuencia de días cálidos aumente en un factor de 10 en la mayoría de las regiones del mundo”. Además agregó que “las precipitaciones intensas serán también más frecuentes, y en los ciclones tropicales la velocidad del viento aumentará, mientras que su número se mantendrá probablemente constante o disminuirá”.

El climatólogo argentino Vicente Barros, expresó  que el informe es fruto del trabajo de dos comunidades,  “los expertos en cambio climático y los expertos en manejo de desastres”, y recalcó la necesidad de integrar ambas políticas y entregar un mensaje coordinado.

Respecto a ese punto, Chris Fields, director del Grupo de Trabajo 2 del IPCC, que se encarga de transformar la evidencia científica en políticas concretas, dijo que “los fenómenos más complejos de entender, simular y predecir ocurren en todas las regiones y deberían ser tenidos en cuenta por los políticos”.

El informe especial requirió un trabajo de más de dos años y medio, a raíz de una iniciativa impulsada por Noruega el año 2008, y contó con la colaboración de más de un centenar de científicos y legisladores.

El informe especial tendrá gran utilidad en cómo se implementará la resistencia al cambio climático, y la capacidad de las comunidades de que se vean enfrentadas a desastres y eventos extremos.

Fuente: Mundo: Cambio climático agravará desastres naturales en países en vías de desarrollo (Servindi)

 

Santander acogerá la próxima Asamblea de la Red de Ciudades por el Clima,

sexta-feira, 27 abril 2012 11:56



Santander acogerá la próxima Asamblea de la Red de Ciudades por el Clima, en la que se definirá su plan de acción para el resto del año 2012 y se orientarán sus actuaciones para el futuro en materia de lucha contra el cambio climático.

Así lo ha anunciado el alcalde de Santander y presidente de la Red de Ciudades por el Clima, Íñigo de la Serna, quien ha destacado la relevancia que tiene para la ciudad albergar un evento de la Red de Ciudades por el Clima, de la que forman parte alrededor de 300 ayuntamientos, con una población global que ronda los 28 millones de habitantes.

En la asamblea que se celebrará en Santander, se aprobará un plan de actuación para lo que queda de 2012 y se marcarán las acciones de futuro que van a definir la lucha conjunta de las ciudades españolas contra el cambio climático, que se desarrollarán de manera coordinada con el Ministerio de Medio Ambiente y la Oficina Española de Cambio Climático, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Así se lo ha transmitido De la Serna al secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, y la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, durante una reunión celebrada en Madrid.

Durante este encuentro, el alcalde ha puesto de manifiesto la voluntad de los municipios de colaborar con el Ministerio y de implicarse en la lucha contra el cambio climático, estableciendo una coordinación máxima de las acciones que se lleven a cabo desde la Administración central y los ayuntamientos.

"Los ayuntamientos queremos colaborar y participar activamente en el impulso y la orientación que, desde el Estado, se dé a esas políticas de lucha contra el cambio climático", ha remarcado, al tiempo que ha agradecido el apoyo que la Red de Ciudades por el Clima está recibiendo por parte del Ministerio, coordinado por el secretario de Estado de Medio Ambiente.

"Desde el ámbito local tenemos mucho que aportar para tratar de paliar un fenómeno de carácter global como es el cambio climático. No podemos olvidarnos de que una parte importante de la contaminación se produce en las ciudades, por lo que tenemos una gran capacidad de actuar de manera preventiva", ha señalado.

En este sentido, se ha referido al trabajo que está llevando a cabo Santander en este campo, con una serie de compromisos reflejados en el Acuerdo Marco frente al Cambio Climático, que engloba diez acciones.

Ya se han puesto en marcha la apertura de la Oficina Local de Cambio Climático, el protocolo de actuación frente a riesgos climatológicos extremos, la Mesa Permanente de Cambio Climático, la Ventanilla Única de la Energía y del Cambio Climático, la monitorización inteligente de parámetros ambientales en el marco del proyecto SmartSantander, el plan de comunicación y sensibilización ambiental y la distinción medioambiental para el sector comercial y empresarial "Ecofaro".

Otro de los puntos que incluye el Acuerdo Marco y que también se ha realizado ya es el desarrollo, en el marco del Pacto de Alcaldes, de un Plan de Acción para la energía sostenible de Santander, que define las actividades, las medidas y los proyectos concretos a aplicar para alcanzar los objetivos, junto con plazos y asignación de responsabilidades.

Asimismo, el Ayuntamiento está redactando la Estrategia de Santander ante el cambio climático y el plan de adaptación al cambio climático.
Fuente:  (EUROPA PRESS)

 

Bolivia pierde cada año más de 150.000 hectáreas de bosques

quarta-feira, 11 abril 2012 08:49

El cuidado de los bosques es uno de los compromisos asumidos por el Estado boliviano como meta del Milenio, por lo que el desafío es revertir la deforestación que provocan el crecimiento de la frontera agrícola y ganadera, estimada en un mínimo de 150.000 hectáreas por año.

Un informe oficial sobre los procesos de los llamados Objetivos del Milenio, en Bolivia, difundido por la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE) y por el Comité Interinstitucional de las Metas de Desarrollo del Milenio, señala que en los últimos años la superficie boscosa se ha visto gravemente afectada por la expansión de la frontera agrícola y ganadera.

“A pesar de que no se cuenta con reporte oficial de la superficie de bosques deforestada ilegalmente, el ex Ministerio de Desarrollo Sostenible reportó que en quince años, entre 1971 y 1986, se habrían deforestado 140.000 hectáreas anualmente”, dice el estudio.

Agrega que la Oficina de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), estableció que para el periodo 1990-2000, la deforestación fue de 168.000 hectáreas.

Además, se citan estudios realizados por el Museo de Historia Nacional Noel Kempff que establecieron para el periodo 2000-2005, una deforestación anual de 300.000 hectáreas.

De esos datos se infiere que la destrucción de bosques registra un aumento sostenido en el país, ya que los estudios de hace más de 30 años daban un índice de 140.00 hectáreas, en tanto que los más recientes, advierten de un incremento del cien por ciento en la destrucción de bosques hasta hace seis años.

El informe de UDAPE señala que durante las últimas décadas se ha producido un creciente interés acerca de la relación entre la economía y el medio ambiente, lo que ha conducido a desarrollar investigaciones en este campo, elaborar políticas públicas y a realizar acciones a todo nivel, tanto mundial, nacional como local.

Destaca que la preocupación sobre la problemática ambiental en Bolivia es relativamente reciente. “Se inició en la década de los años 90, a partir de la participación de Bolivia en foros internacionales de medio ambiente”, sostiene.

Agrega que, en consecuencia, “el país no cuenta con una sistematización de la generación de información sobre el tema que permita evaluar la magnitud de las externalidades ambientales, y sólo muy recientemente se han constituido redes de monitoreo ambiental que permitirán una cuantificación exacta de los contaminantes o residuos más importantes a nivel urbano”.

Agrega que “la sostenibilidad del medio ambiente continúa siendo un tema complejo y de múltiples implicaciones que van más allá de lo estrictamente ambiental”.

CARACTERÍSTICAS Las características de las 22 áreas protegidas del país, que significan sólo el 17.1 por ciento del total de bosques, revelan la riqueza existente en esas regiones.

Por ejemplo, en el Área Natural de Manejo Integrado de Apolobamba, un bosque húmedo que comparten los Yungas de La Paz y el Chapare de Cochabamba, existen 807 especies de flora en el piso andino, entre ellas el kausillo, wikumilla, yareta y crespillo. Existen 275 especies, entre las más importantes, vicuña, jucumari (oso andino), taruca o venado andino, ciervo, venado petiso, gato andino, puma, choca grande huallata y pato torrentes.

En el Área Natural de Manejo Integrado el Palmar,  existen 270 plantas superiores, cuatro de ellas endémicas y asociaciones de vegetal del soto, sotomari, chari, y numerosas acacias espinosas. Se registran 24 especies de mamíferos, entre los más importantes el oso de anteojos, el puma, el gato andino y el chancho de monte.

El Área Natural de Manejo Integrado San Matías, en Santa Cruz, cuenta con 14 unidades de vegetación en las cuales se colectaron 874 especies de flora, entre las que destacan el morado, el cuchi, el roble y las victorias. La fauna está integrada por yacarés, londra, tortugas de tierra, sicurí, boyé, cascabel de chonono, ciervo de los pantanos, jaguares, borochi, ocelote y águilas harpías.

En el Parque Natural de Manejo Integrado Otuquis, en el Chaco, en flora destacan el cuchi, tajibo, verdolago, curupaú, alcornoque, cedro, ajo ajo, bibosi y motacú, En fauna se registraron 59 especies de mamíferos, existe variedad de aves en especias acuáticas, 53 especies de reptiles mayores y 50 especies de peces.

En el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Amboró, hay cerca de 2.659 plantas superiores, helechos, árboles gigantes de bosques nublados y variedad de orquídeas. También 1.236 especies endémicas de fauna como el jucumari u oso de anteojos, jaguar, oso bandera, pava de copete, paraba militar y paraba frente roja.

En el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata,  existen 820 especies registradas de flora y alrededor de 1.800 especies de plantas superiores, además de una variada fauna.

El Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, es el área protegida con mayor diversidad de flora con 5.000 y 6.000 especies estimadas. Además, existen 733 especies de fauna.

En el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa-lya del Gran Chaco, existen 514 especies de fauna, entre ellos 59 grandes mamíferos, 301 aves y 65 micromamíferos.

Más datos.

Parque Carrasco

En el Parque Nacional Carrasco hay 3.000 especies de flora, de las cuales 614 están registradas. Además, se tienen registradas 382 especies de fauna, de las cuales 51 son mamíferos.

Reserva.

En la Reserva de la Biósfera Estación Biológica Beni se encuentran 815 especies registradas de plantas superiores y se estima la existencia de hasta 1.500 especies.

También se registraron 852 especies de fauna.

Parque Nacional Isiboro Sécure

En el Parque Nacional Isiboro Sécure que comparten Cochabamba y el Beni, se registraron 402 especies de flora y se estima la existencia de 3.000 especies de plantas superiores. “La extraordinaria variedad florística incluye especies como aliso, pino de monte, nogal, cedro, mara, palo maría y tajibo. Se destacan las palmas como el asaí, las jatatas y la palma real que forman extensos palmares en zonas inundadas de bosque.

Además en el Parque Nacional Isiboro Sécure, la fauna es muy diversificada registrándose 714 especies entre las que destacan el jucumari, el pejichi, el marimono, el manechi, la londra, el jaguar, el ciervo de los pantanos, la haría, el pato negro, la peta de río, el caimán negro y aves endémicas.

En el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, en Santa Cruz, se registraron 1.098 especies de fauna, en el Parque Nacional Torotoro se registraron 329 especies de flora y se estima la existencia de 600 especies de plantas superiores, además que se tiene registro de 49 especies de fauna.

Es importante la reducción de sustancias que afectan la capa de ozono

 La reducción de sustancias agotadoras de la capa de ozono es importante en el país y se confía que hasta el año 2015 se cumplirán los compromisos asumidos, en ese sentido, según las llamadas “metas del Milenio”.

Un informe oficial de evaluación de esos parámetros, señala que el debilitamiento de la capa de ozono se constituye en un problema global, en la medida en que no sólo afecta la salud del ser humano y de los ecosistemas, sino que también provoca problemas en el comercio internacional y afecta la práctica de un desarrollo sustentable.

“La adhesión de Bolivia al Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, aprobada mediante Ley No. 1584 de agosto de 1994 y el Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias agotadoras de la capa de ozono y a sus enmiendas, ha resultado en que se adopten las disposiciones técnico administrativas del Convenio de Viena, adecuadas para protegerla salud humana y el medio ambiente, explica el informe.

Agrega que esas disposiciones controlan y limitan el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono, “reduciendo o previniendo los efectos adversos resultantes o que puedan resultar de las actividades humanas que modifiquen o puedan modificar la capa de ozono”.

“También se dio inicio al proceso de eliminación de las sustancias clorofluorocarbonadas (CFC) del Anexo A-Grupo I en 1994 y se compromete a cumplir los calendarios establecidos por el Protocolo de Montreal”, agrega.

Se explicita que a partir de enero del 2009, “en Bolivia queda prohibida la importación de sustancias del Anexo A Grupo I, correspondientes a los clorofluorocarburos, mientras que a partir de enero de 2010 se eliminó la importación de halones y otros componentes halogenados, sustancias que corresponden al Anexo A Grupos II y Anexo B Grupo I. A su vez, se explica, la importación de sustancias del Anexo B Grupo III, correspondiente al tricloretano debía presentar una reducción del 70 por ciento el año 2010 y eliminarse para enero del 2015.

Señala que el consumo de ozono y de sustancias agotadoras de ozono (SAO) fue descendiendo, pasando en el caso de las sustancias agotadoras de ozono, de 76 toneladas métricas en 1998, a 9 toneladas el 2008. El punto más alto se logró en 1996 con 170 toneladas métricas, mientras que el consumo más bajo se presentó el año 2007, con cerca de 70 toneladas, presentándose una tendencia decreciente en el consumo.

El incremento a 98 toneladas de consumo de ozono en el año 2008 se explica, posiblemente, dice el informe, por el incremento del consumo de productos de refrigeración y espuma.

“Para el año 2009 se alcanzó la meta fijada en el Reglamento de Gestión Ambiental de Sustancias Agotadoras del Ozono, donde se establece una reducción del 100 por ciento en las importaciones de SAOS”.

Indica que en promedio, el 90 por ciento del total de sustancias agotadoras de ozono se explica por las sustancias de refrigeración, mientras que la espuma representa cera del 7 por ciento y las sustancias para fumigación, solventes, halones y aerosoles representan menos del 3 por ciento.

Más de la mitad del territorio está cubierto de bosques

 Poco más de la mitad del territorio nacional aún está cubierto por bosques naturales y su preservación es un desafío y compromiso asumido por Bolivia ante la comunidad internacional, revela el sexto informe de progreso de los objetivos de Desarrollo del Milenio, difundido por la Unidad de Análisis de Políticas sociales y Económicas (UDAPE).

Señala que hasta el año 2009 Bolivia contaba con 58.470.000 hectáreas de bosques naturales, equivalentes al 53,4 por ciento de la superficie total del país. Ese dato fue divulgado por el informe anual de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra.

UDAPE dice que el hecho de que el país cuenta con más de la mitad de su territorio con bosques naturales “se constituye en un gran desafío su preservación y aprovechamiento sostenible, para lo cual también es necesario reforzar los sistemas de información y fortalecer la institucionalidad encargada de velar por el cumplimiento del régimen forestal”.

Explica que en el territorio existen 22 áreas protegida que cuentan con una superficie superior a las 17.1 millones de hectáreas que están a cargo del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP).

Predominan los parques nacionales y áreas naturales de manejo integrado, pero también se cuenta con reservas naturales de fauna y flora y reservas de la biósfera.

“En el ámbito nacional Bolivia cuenta con 7 parques nacionales y áreas naturales de manejo integrado, seis parques nacionales, tres áreas naturales de manejo integrado, dos reservas de la biósfera, dos reservas nacionales de flora y fauna, una reserva biológica y una reserva nacional de la vida silvestre amazónica”. El área protegida de mayor superficie es el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaal-lya del Gran Chaco, situado en el departamento de Santa Cruz con 3.4 millones de hectáreas, seguido por el Área Natural de Manejo Integrado San Matías, también situado en Santa Cruz, con una superficie de 2.9 millones de hectáreas y el Parque Nacional y Área Nacional de Manejo Integrado Madidi, situado en La Paz, que cuenta con 1,9 millones de hectáreas.

Por otro lado, el área protegida más antigua en Bolivia, en términos de la fecha de creación, es el Parque Nacional Sajama, que data del año 1939, y está ubicado en Oruro, en tanto que el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Iñao, creado el año 2004, corresponde al último parque nacional creado.

Desde hace cinco años se mantiene inalterable el área protegida de bosques en el país y según el compromiso asumido por el Estado boliviano, esa situación no variará hasta el año 2015, cuando se debe cumplir las llamadas “metas del Milenio”.

El año 1996, el área protegida nacional era de sólo 16.7 millones de hectáreas, el año 2003 creció a 16.8 millones de hectáreas.

El año 2005 se registra la mayor área protegida con 17.2 millones de hectáreas, pero el 2005 se redujo a 17 millones, dato que se mantuvo constante hasta el año 2009, cuando el área protegida creación a 17.1 millones de hectáreas. A partir de allí, el objetivo es mantener ese total como área protegida.

El total del área protegida en el país significa el 15.6 por ciento del total de superficie de bosques naturales con que cuenta el país.

Fuente: Opinion .com.bo

 

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