El sistema español de cooperación al desarrollo se ha venido construyendo principalmente a lo largo de estas tres últimas décadas. Una de las dinámicas más destacadas de este sistema ha sido, sin duda, el desarrollo de la cooperación descentralizada que, en términos presupuestarios, ha supuesto en algunos momentos más del 15% del total de la AOD española. Pero más allá de su innegable valor económico, la aportación de la cooperación descentralizada cabe medirse especialmente en términos cualitativos.
En general, la potencialidad de la cooperación impulsada por gobiernos descentralizados reside en su capacidad para promover un enfoque territorial de los procesos de desarrollo. Esto implica poner en valor las relaciones de proximidad que se dan entre los actores, cómo estos definen la realidad y cómo los procesos son construidos desde abajo. A la vez, disponen en principio de una mayor capacidad para establecer alianzas con una multiplicidad de actores, también en los países socios del Sur. En este sentido, permite definir otros modelos de relación entre los actores en una lógica de gobernanza multinivel.
Para conocer mejor la realidad del sector en España, CIDOB, ART PNUD y la Campaña del Milenio de Naciones Unidas encargaron a reconocidos expertos una serie de trabajos de campo que culminaron en la redacción de cuatro estudios preliminares –analizando la situación de la cooperación descentralizada en cuatro ámbitos: los gobiernos autonómicos, los gobiernos locales, la sociedad civil y el sector empresarial. El estudio, que fue objeto de debate y profundización en un seminario con los actores de la cooperación descentralizada que tuvo lugar en CIDOB en otoño de 2012, constata la existencia de una conciencia compartida, no solo de la necesidad de un cambio de modelo en la ayuda al desarrollo, sino de la oportunidad de llevarlo a cabo como estrategia para salir reforzados de la crisis actual a través de una mayor coordinación.
Esta monografía, que publica conjuntamente CIDOB, ART PNUD y la Campaña del Milenio de Naciones Unidas, quiere contribuir a afianzar la alianza estratégica creada por los distintos actores en el camino hacia el foro de Busan de diciembre 2011, con el objetivo de seguir promoviendo el diálogo multinivel, acompañando los procesos de reflexión sobre la eficacia de la cooperación para el desarrollo y de dar seguimiento a los acuerdos de Río+20 con la participación en el proceso de consulta y propuesta para una agenda post-2015 donde la contribución de estos distintos actores será fundamental para continuar perfeccionando una acción al desarrollo de largo recorrido